“Vimos en la televisión a Reagan visitar el cementerio de las SS y quedamos asqueados. Somos buenos estadounidenses, pero lo de Reagan era como perdonar y olvidar. ¿Cómo puedes olvidar que seis millones de personas fueron asesinadas en las cámaras de gas e incineradas?” (Joey Ramone, Revista SPIN, Agosto de 1986)
Durante una visita a Washington en 1984, el canciller de lo que entonces era Alemania Federal, Helmut Kohl, instó al presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, a realizar una visita a su país que simbolizara la reconciliación entre ambas naciones, enemigas durante la Segunda Guerra Mundial. El mandatario republicano accedió a la propuesta y uno de los lugares elegidos para sostener un encuentro protocolar durante la gira fue el cementerio militar de Kolmeshöhe, ubicado cerca de la ciudad de Bitburg.
Algo que los asesores que organizaron el viaje ignoraban era que en el recinto se encontraban las tumbas de 49 efectivos de las Waffen-SS, algunos de los cuales había participado en ejecuciones contra prisioneros de guerra estadounidenses. Los reportes de prensa en torno a las circunstancias excepcionales del lugar escogido produjeron molestia en Estados Unidos, donde algunos consideraban que el evento podía ser visto como un homenaje a los soldados del Tercer Reich.
Pese a los llamados para que suspendiera esa escala específica, Reagan decidió proceder para no desairar a un aliado estrecho en el marco de la Guerra Fría y defendió su decisión diciendo que los soldados de las SS, al haber sido enlistados forzadamente durante el conflicto, también fueron víctimas de los nazis como “las víctimas en los campos de concentración”, lo que elevó el tono de las críticas.
En mayo de 1985 y en medio de un fuerte contingente policial, Reagan pasó ocho minutos en Kolmeshöhe, donde colocó una ofrenda floral. Entre los pocos manifestantes que lograron sortear el despliegue de seguridad y llegar al camposanto estuvo un joven Michael Moore, quien junto a un amigo judío cuyos padres fueron prisioneros en Auschwitz desplegaron una pancarta con el mensaje: “Venimos desde Michigan, Estados Unidos, para recordarles: Ellos mataron a mi familia”.
La respuesta cultural más memorable a estos hechos surgió, irónicamente, de una banda reconocida por su postura apolítica. Joey y Dee Dee Ramone, junto al productor Jean Beauvoi, escribieron “Bonzo Goes To Bitburg”, una canción de protesta editada como un single en el Reino Unido en 1985 en el sello independiente Beggars Banquet. El título de la canción hace referencia al chimpancé que coprotagoniza junto a Reagan la comedia “Bedtime for Bonzo” (1951) y su secuela, “Bonzo Goes To College” (1952).
El vocalista de raíces judías describió las razones tras la seriedad con la que se tomaron el asunto: “Lo que hizo Reagan fue jodido”, dijo Joey a la publicación East Coast Rocker. “Todo el mundo le dijo que no fuera, todo su pueblo le dijo que no fuera, y él fue lo hizo de todos modos. ¿Cómo puedes perdonar el Holocausto?”, agregó.
“Los Ramones nunca fuimos políticos”, explicó Dee Dee por su parte. “Pero de alguna manera sabíamos que nos habían conectado con una idea de la derecha y fue la primera vez que pudimos hacer una declaración para mostrar que no teníamos esos prejuicios. Habían skinheads en nuestros shows, punks caminando con swastikas”.
Posiblemente la razón de esta confusión ideológica se basó en unos comentarios que Johnny Ramone hizo a los comienzos de la banda, cuando sostuvo que cada punk “verdadero” era de derecha. El guitarrista y declarado admirador del líder republicano se opuso férreamente a que su ídolo fuera comparado con un simio y presionó para que la canción fuera rebautizada como “My Brain Is Hanging Upside Down (Bonzo Goes To Bitburg)” cuando el tema finalmente fue editado domésticamente en el disco “Animal Boy” (1986).
Ramones – Bonzo Goes to Bitburg.
Tienes que recoger los pedazos
Vamos, ordena mejor tu basura
Espabílate
Tal vez tienes demasiado dinero
Mejor llama, llama a la ley
Cuando te vas a entregar, sí
eres un político
No te conviertas en uno de los hijos de Hitler
Bonzo va a Bitburg
Luego sale a tomar una taza de té
Cuando lo vi en la televisión
Por alguna razón realmente me molestó
Bebí en todos los bares de la ciudad
Para entender tu política exterior
Recoge los pedazos
Mi cerebro está colgando boca abajo
(Ah, na-na-na)
Necesito algo que me desacelere
(Ah, na-na-na) ooh, sí
Mi cerebro está colgando boca abajo
(Ah, na-na-na)
Y necesito algo que me desacelere
Debiste haberle deseado felicidad
Desearle lo mejor
Un vestido de 50. 000 dólares
Dándole la mano a su alteza
Veo a través de ti como si fueras de celofán
Escuchaste al mundo quejarse
Pero lo hiciste de todos modos
¿Quién soy yo, para decir algo?
Bonzo va a Bitburg
Luego sale a tomar una taza de té
Cuando lo vi en la televisión
Por alguna razón realmente me molestó
Bebí en todos los bares de la ciudad
Para entender tu política exterior
Recoge los pedazos
Mi cerebro está colgando boca abajo
(Ah, na-na-na)
Necesito algo que me desacelere
(Ah, na-na-na) ooh, sí
Mi cerebro está colgando boca abajo
(Ah, na-na-na)
Y necesito algo que me desacelere
Si hay algo que me enferma
Es cuando alguien trata de esconderse detrás de sus ideas políticas
Ojalá el momento pudiera pasar rápido
De alguna manera se las arreglan para hacer que se prolongue
Oh, sí
Mi cerebro está colgando boca abajo
(Ah, na-na-na)
Necesito algo que me desacelere
(Ah, na-na-na) ooh, sí
Mi cerebro está colgando boca abajo
(Ah, na-na-na)
Y necesito algo que me desacelere
Oh, sí
Mi cerebro está colgando boca abajo
(Ah, na-na-na)
Y necesito algo que me frene
(Ah, na-na-na)
Mi cerebro está colgando boca abajo…