
La siguiente entrevista a Caroline Chaspoul (Pánico, Nova Materia) fue realizada por correo electrónico en enero de 2020.
¿Qué fue lo que los atrajo inicialmente del punk?
Obviamente la actitud contestataria. Igual Pánico siempre fue una banda que no se podía etiquetar en un estilo particular. Cuando llegamos a Chile en 1994 con Eduardo no existían tantas escenas a nivel “alternativo”, era punk o rap/hip hop. De hecho, estuvimos también bastante en una relación con la escena hip hop con la cual compartíamos bastantes amigos. En verdad la escena punk nos acogió.
Leí que ustedes partieron tocando en las bandas La Meta al Cielo y Bolero Boys. ¿Podrías contarme cuánto tiempo duraron y cuáles, además de la Velvet Underground y The Cramps, fueron sus principales influencias antes de formar Pánico?
Ambos eran nuestros grupos de “colegio” y de principio de universidad y duraron unos tres o cuatro años. Era una mezcla de muchas influencias, algo muy híbrido y mestizo. Escuchábamos a gente como Mano Negra, The Clash pero también ibamos redescubriendo a los mods (The Kinks, The Who) y mucha música de los 60 y 70 (David Bowie). También estaba la escena de New York tanto en rap (De La Soul, A Tribe Called Quest, Digable Planets) como en rock indie. Obviamente hubo garage y punk (The Stooges, Ramones, New York Dolls, Modern Lovers, Patti Smith y la banda Lucrate Milk en Francia) pero también The Stranglers, Nick Cave. Edu venía saliendo de su época new wave con mucho The Cure y Siouxsie And The Banshees. En verdad, escuchábamos mucha música y muy diversa.
Además de las influencias musicales también habían muchas películas y libros. Almodóvar por ejemplo o también David Lynch (el personaje de “Perdita Durango” venía en un libro de Barry Gifford), Hal Hartley, Alejandro Jodorowsky.
Juan Cristobal Pfennings, Cristián Araya y Rod Sáez me contaron que cuando se juntaban con ustedes escuchaban cosas como Nirvana, Sonic Youth, Dead Kennedys, Butthole Surfers y Half Japanese. ¿Hay otras bandas que escuchaban cuando llegaron a Chile que no eran tan conocidas acá?
Bueno, en verdad, Edu y yo no éramos tanto Dead Kennedys o Butthole Surfers, nosotros íbamos más por el lado de Pixies o Sonic Youth. También habían bandas independientes gringas e inglesas que nos inspiraban bastante por su propuestas más bien políticas dentro de la industria musical, gente como Bis en Inglaterra o Half Japanese. Nos gustaba más el lado arty en la música.
En una reseña en la Extravaganza a un show de Pánico de 1994 Fernando Mujica comparó su sonido con el de Chumbawamba antes de saltar al mainstream. Juan Cristobal me contó que la reacción que ustedes tuvieron cuando leyeron esa referencia fue buscar su música porque no los conocían. ¿Encontraron elementos en común con su propuesta?
Recuerdo que tuvimos una época Chumbawamba pero tampoco nos marcó mucho. Creo que sobre todo fue una de las bandas con las cuales nos sentíamos próximos a nivel de propuesta.
¿Cómo fue el proceso de grabación de su EP homónimo?
Este EP ya estaba escrito cuando Edu y yo llegamos de Francia a Chile, teníamos un cuatro pistas con el cual grabamos los demos de esos temas. Formamos Pánico con Juan Cristobal Pfennings (Juanito Zapatillas) y Sebastian Arce (Tatán Cavernícola) y fuimos a ver al ingeniero de sonido José Luis Corral para que nos ayudara a grabar este EP, lo que se hizo en un día en un estudio de Bellavista.
En esta época, estábamos claramente influenciados por la movida española. La proximidad entre la explosión de libertad que se había producido a principio de los 80 en España y lo que pasaba en Chile con el final de la dictadura de Pinochet era obvio para nosotros. Nos encantaba la propuesta surrealista europea pero también los movimientos latinoamericanos literarios o artísticos en general como el realismo mágico o el movimiento Pánico (Arrabal, Topor, Jodorowsky).

Entiendo que Pánico llegó a firmar con EMI en 1995 a través del Proyecto del Nuevo Rock Nacional. ¿Cómo se produjo el contacto con Carlos Fonseca?
Creo que conocimos a Carlos Fonseca gracias a Los Fiskales Ad Hok. Carlos Cabezas, que nos había grabado, ya estaba involucrado en el proyecto del catalogo “Rock Nacional”. Nos fue muy útil estar en esa multinacional durante el tiempo que duró, nos permitió poder contar con una fotocopiadora gratis para imprimir nuestro fanzine “El Sostén Alternativo”, lo que era un ahorro notable (personalmente, agradezco en particular a Lucie Rubio, la secretaria de Carlos, siempre facilitando todo).
Por mi parte, fue un alivio salir de EMI, ahí era todo muy lento, los procesos eran muy burocráticos y finalmente con poca apertura al extranjero. También era claro que Pánico no tenia el “perfil” de un artista para venta masiva en esa época.
En verdad fue bastante increíble que nos firmaran y salir de ahí nos permitió volver a la independencia más fuertes y con la suerte de poder seguir haciendo las cosas como queríamos. Gracias a esta libertad pudimos empezar a salir de las fronteras chilenas con Pánico.
Aunque las letras de Pánico no tenían un elemento abiertamente político como el de otras bandas punk chilenas de esos días, su combinación de hedonismo y liberación sexual ofrecía un espacio de identificación con sus seguidores (los chicos y chicas Pánico). ¿Eran conscientes de la faceta rupturista que tenían para el público chileno?
Creo que en cierta forma Pánico era más político que muchas otras bandas que lo declaraban de manera frontal y en una primera lectura. El tema del “cambio de sociedad” era evidente en nuestras letras. Como dije, una de nuestras grandes influencias fue la movida española, ya que el lado político de Pánico tenia influencias mas bien europeas que estadounidenses. También creo que hablar de homosexualidad y de libertad sexual en esa época en Chile era mucho mas contestatario que hablar de los pacos culiaos y de la represión militar, porque eso era obvio. Recuerdo que Pánico fue censurado varias veces por canales de televisión. Una vez, gracias a Carmen Luz Parot, tocamos disfrazados en el Canal de la Universidad Católica (Canal 13). Edu andaba de novia con rojo derramado en la boca, yo de Mary Ingalls o algo así y Cristobal de algo innombrable. Nunca salió al aire.
En un show que Pánico ofreció el 2012 Eduardo dedicó el tema “No Me Digas Que No Sí Quieres Decirme Que Sí” a Daniel Zamudio. ¿Podrías ahondar un poco más sobre la opinión que tienen respecto a la homofobia?
Bueno, tenemos la visión que, espero, comparte la mayoría de las personas sobre el tema. No soy buena para la moralización, lo único que puedo decir es que me parece totalmente ridículo y deshonesto no reconocer que las tendencias sexuales son múltiples, diversas y sobre todo personales y privadas. Tener cualquier tipo de juicio sobre las orientaciones de una persona me parece el principio del fascismo. Y que más encima sea causa de violencias es intolerable.
¿Te tocó ver mucho sexismo por parte del público y los medios chilenos cuando comenzó Pánico?
No de parte del publico. Tal vez más de los profesionales que a veces tenían prejuicios un poco atrasados sobre las capacidades de las mujeres respecto a poder tocar bien un instrumento o poder seguir técnicamente, o también la vieja leyenda según la cual una mujer dentro de un grupo de hombres es el principio de los problemas, esto lo escucho aún hoy en la música. También hubo ciertos medios que buscaron encasillarme dentro del cuadro de “chicas en el rock”, una cosa que no me parecía muy interesante.
Diría que más que sexismo, sentí algunas veces que molestaba el hecho de que una chica fuera contestataria y más encima extranjera. No era/es lo que mucha gente espera de mi género.
