Esta entrevista fue realizada por Tim Yohanon durante una gira de Subhumans por Estados Unidos junto a Scream y fue publicada en el número 27 de la revista estadounidense Maximum Rock n Roll (agosto de 1985, disponible en formato pdf desde este link). Por su antigüedad contiene varios elementos anacrónicos, pero creo que todavía ofrece algunas ideas interesantes que pueden servir de inspiración.
Tim Yohanon: Dick, estás de vuelta en Estados Unidos, un año después y con más sabiduría, ¿cierto?
Dick Lucas: Esta vez fue diferente porque tocamos la misma cantidad de shows que durante la gira anterior, pero en dos semanas menos – hicimos 24 presentaciones en 33 días, algo mucho más agotador. También fue distinto porque hicimos toda la gira junto a Scream, de Washington DC, y el año pasado estábamos solos. Con sólo cuatro personas teníamos menos oportunidades de comenzar a reñir. De pronto nos vimos junto a cuatro personas nuevas y Scream estaba en la misma situación. Ellos debieron lidiar con nosotros, nosotros con ellos y no sabíamos como eran. Solo sabíamos que nos gustaba la música que hacían ellos y viceversa, y como resultaron las cosas terminamos pensando que eran geniales, no sólo en el aspecto musical, sino como personas. Y ellos pensaron lo mismo de nosotros. Fue refrescante e inspirador. Oyes tantos rumores sobre otras bandas –que son un montón de idiotas, sexistas, sin valores– pero ellos son muy inteligentes. Sin embargo fue una gira más agotadora, recorrimos unas 8.000 millas con 10 personas apiñadas en una van.
T: ¿Alguna sorpresa en particular o impresiones que hayan recogido en esta ocasión?
D: En New York, en CBGB´s[1] sólo fueron a vernos 200 personas. Tengo la impresión de que detrás de eso hubo un sentimiento de “americanismo”, que ir a ver a una banda de Inglaterra no es la gran cosa en la Costa Este. En la parte central del país, la gente no creía que fuésemos ingleses. Me preguntaban: “¿Realmente eres británico?” En las costas, donde hay más recitales que en el centro del país, vienen más bandas inglesas a tocar. En el centro y el sur del país la gente realmente aprecia el hecho de que vayas y a muchos les gustó nuestra música, lo que también ayuda. En el centro y el sur la gente no tenía ideas preconcebidas acerca de nosotros porque no nos había escuchado, lo que fue genial porque podíamos tocar lo que nos gusta sin sentirnos culpables, un sentimiento algo tonto, aunque de cualquier manera tocamos lo que nos da la gana. A veces, frente a una audiencia, sientes como si los estuvieras desafiando a marcharse. Sientes como que si al tocar algo diferente estuvieras poniendo en riesgo tu reputación. Me molesta este sentimiento subconsciente, de que a la gente podríamos no gustarle por eso. Parece que la mayoría de quienes compran nuestros discos, o discos punk, están obsesionados con la idea de que “debe ser rápido, debe sonar estridente, debe ser enojado”. Si tocas algo lento, o una canción de amor… no es que tengamos muchas de ellas…
Jello Biafra: …No puedo pensar en ninguna, en este momento…
T: ¿No es algo que está sólo en tu cabeza, porque muchas veces cuando las bandas corren riesgos, la respuesta de la audiencia es positiva?
J: Eso es más cierto ahora que hace dos ó tres años. Cuando los Dead Kennedys comenzamos a presentar los temas más largos y complejos que eventualmente acabaron formando parte del disco “Plastic Surgery Disasters”[2], fuimos recibidos con un mar de brazos cruzados y ceños fruncidos. Posteriormente, luego de que la gente escuchó los temas en el disco y se familiarizó con ellos, fue como si hubiera dicho: “Ahora pueden gustarnos”. En estos días, cuando tocamos material nuevo, la gente es más receptiva, incluso con los temas más largos, ominosos y menos bulliciosos como “Soup Is Good Food”. Incluso a los tipos que se creen “más hardcore que el resto” se les antoja algo distinto. Creo que un paso clave para esto fue la aceptación de los Butthole Surfers[3] por parte del público hardcore.
D: Cuando salió nuestro disco “From The Cradle To The Grave”[4], pensaba que las reacciones irían de un extremo al otro. La gente escribiría: “Lo siento, pero una vez que se borre el rayado de Subhumans que hice en la parte de atrás de mi chaqueta, no voy a repintarlo” (risas). Pero mucha gente dijo que era lo mejor que habíamos hecho hasta entonces.
J: Tu nombre será borrado del registro social estampado en cuero negro (risas).
D: Nosotros dividimos en dos nuestra audiencia anterior. Esperamos que una audiencia que abarque más segmentos de personas vaya a vernos. El 90% de las bandas quieren cambiar las cosas, pero no puedes cambiarlas mientras no hayas llegado a más gente. La mayoría de las personas no son roqueros punks; uno tiene que tratar de cambiar las actitudes de la gente normal.
T: ¿Esto se convierte en un intento consciente de tocar música que sea más “accesible” para las “masas”?
D: No. No fue un intento deliberado en el que dijimos “debemos llegar a más gente… suavicemos la música, vamos por lo seguro”. El resto de la banda se estaba aburriendo de tocar material rápido todo el tiempo. Querían componer cosas más complejas para probar su capacidad como músicos.
J: Me parece interesante el hecho de que muchas bandas que esencialmente tocan hardcore thrash ahora están haciendo covers de temas de Wire[5], siendo ellos una de las bandas más grandes de punk experimental, del tipo que ojalá hubieran más hoy. Otra cosa que nosotros (los DKs) tenemos que recordar es que, cuando una multitud adopta una posición hostil hacia nosotros porque no quieren entender algo nuevo que hacemos, no debemos preocuparnos por la aceptación o la popularidad, porque nuestra razón para comenzar una banda fue para molestar a la mayor cantidad de gente posible. Como fan de la música, siempre me ha interesado más la gente que va un poco más allá y que tiene el factor de ser conscientemente irritantes. No ser chocantes sólo porque sí, sino que al ofrecer un poco de comida para el pensamiento para mí y otras personas que sacan un gran porcentaje de sus ideas de la música. Probablemente tenemos personas que vendrían a vernos todo el tiempo si sólo repitiéramos “Holiday In Cambodia” una y otra vez, pero le debemos a la gente mucho más que eso. Tenemos que recordarnos que no tocamos esta música para agradar.
T: En ese sentido, es como cuando Dick hacia referencia a la situación en la cual te encasillas tocando cierto tipo de música y entonces vas y haces algo diferente. Pero, desde el punto de vista de un fan… bueno, muchas bandas están agregando influencias distintas a su música. Hoy ves una gran influencia del metal en el punk, y esas bandas dicen “nos aburrimos de sólo tocar hardcore thrash y queríamos hacer algo diferente o nuevo…”
J: ¿Cuan diferente eres cuando te vuelves normal? No siento ninguna nostalgia por los primeros años de la década de 1970.
T: Creo que el thrash metal no es una progresión, sino una regresión. Pero lo mismo podría decirse de lo que sus bandas están haciendo ahora. En el nombre de hacer “algo nuevo”, ustedes están poniendo influencias más antiguas a lo que venían haciendo.
J: La diferencia es que estamos intentado mantener el nivel básico de energía punk, pero llevándolo en la mayor cantidad de direcciones posibles. Eso no es algo que puedes hacer volviendo a los 70s. Mucha gente ha terminado volviendo a los 70s porque su background musical no es muy extenso. Yo no crecí escuchando Led Zeppelín o AC/DC. El resto de mi familia escuchaba música clásica. En una etapa temprana de mi vida me aburrí de la radio y comencé a comprar discos cuyas portadas me parecían cool y…
T: Eso explica todos los discos terribles que hay en tu colección.
D: ¿Estas diciendo que adoptar viejos valores musicales y emplearlos en la música nueva es malo? La otra opción seria tratar de crear algo totalmente nuevo, lo que es imposible a menos que seas un genio.
J: La interrogante es si las personas quieren absorber formas diferentes de música y jugar con ellas o si sólo quieren limitarse.
T: Puedo entender que si eres un músico te aburras de tocar lo mismo, y que al ir aprendiendo quieras demostrarlo. Pero, como un purista y tal vez un fanático, creo que el punk y el hardcore fueron avances revolucionarios en el rock n roll. Agregarles influencias de reggae o jazz, aún cuando eso pueda ser un “avance” o algo “progresivo” en cierta manera, también creo que son un retroceso desde ese avance.
J: No creo que sea un avance tocar el mismo tipo de canciones una y otra vez. Hay una lección que aprender. ¿Cuántas personas recuerdan a Dave Clark Five[6] en comparación con Syd Barret[7] o los 13th Floor Elevators[8]? ¿Cuánta gente está poniendo temas de Wire en sus sets y cuantos hacen lo mismo con temas de UK Subs, que hicieron cosas buenas, pero han repetido el mismo disco una y otra vez durante seis años?
D: Los Sex Pistols tocaban rock n roll, sólo un poco más rápido. La principal diferencia era la actitud y las letras, y el hecho de que su música era un poco más acelerada y que ninguno podía tocar bien en vivo (risas).
T: Pero fue un avance. Lo mismo con el hardcore thrash… un nuevo estilo. Cuando comenzó era algo absolutamente nuevo.
J: Los primeros discos de hardcore thrash que salieron de Washington DC tenían una atmósfera de juego en ellos… sólo “1,2,3,4, pasemos un buen rato”. Eso nos inspiró a hacer lo mismo con nuestro EP “In God We Trust Inc.” Ellos le devolvieron la diversión al hardcore. No creo que hayamos visto otro remezón importante desde que ésto ocurrió, así que debe investigarse en otras áreas.
T: Así que el hecho de que todas estas bandas estén volviendo a la historia del rock…
D: Pero hay tantas bandas haciendo hardcore thrash que su elemento innovador ha perdido fuerza.
J: A menos que sea hecho de una manera tan extrema que mantenga su energía e inspiración original. Como BGK o DRI, o el disco de Damage de New York. Me identifico con eso. Creo que estamos recorriendo una línea delgada aquí, porque mientras algunos ven como un gran avance cuando los seguidores del hardcore y el metal comienzan a interactuar, yo aún estoy evaluando si estamos frente a una forma de educación o de involución. Por el lado positivo, gente como Corrosion of Conformity merece apoyo porque realmente están haciendo un esfuerzo consciente para no convertirse en “roqueros misóginos” y para mantener la educación en su música incluso si atraen a una audiencia metalera o si graban en un sello metalero. Por otro lado, como un fan de la música, me molesta en extremo cuando gente que se creía “más hardcore que el resto” o “más política que el resto” hace uno o dos años ahora han adoptado la actitud de los roqueros misóginos que acompaña a la formula del heavy metal. Yo tengo mucho heavy metal en mi background… los primeros discos de Black Sabbath, High Tide, Hawkwind… pero nunca me identifiqué con la actitud misógina, y ahí es donde establezco un limite. Me gusta el heavy metal cuando contiene más ideas que solos, pero la actitud misógina es algo que no me agrada en lo absoluto. Creo que el poder de Venom cuando estaban comenzando era que de manera inconsciente hacían a un lado esa actitud, pero ahora ese no parece ser el caso.
T: ¿Ocurre lo mismo en Inglaterra? Creo que en Estados Unidos estamos en un momento en el que el punk se popularizó de manera masiva, pero donde la comercialización masiva no ha llegó realmente. Pero ocurrió…
D: … y ahora está perdiendo fuerza, si. Hoy en Inglaterra sólo hay unas pocas bandas que están ganando la mayor parte del dinero que genera el punk rock y que están “explotando” al público… unos cuantos grandes, la mayoría de los cuales están recorriendo Estados Unidos de gira en este momento… excepto nosotros (risas).
J: Por lo que dices, me da la impresión de que la mayoría de las bandas inglesas rentables que vienen aquí ya no cuentan realmente con un gran apoyo en su país; ellas sólo vienen aquí, tocan “Fuck the USA” y se llevan el dinero estadounidense de vuelta consigo.
D: Si, pero hay un nivel cada vez mayor de actitudes conscientes y constructivas en la escena punk de Inglaterra que está siendo absolutamente ignorado por las revistas musicales. La escena esta volviendo a las manos de la gente. Hay una mayor distribución de cintas y fanzines, nuevos sellos han sido creados con dinero ganado con mucho esfuerzo, y la gente ahora tiene muchos más principios que hace tres años. Aquellos que resistieron la tentación de hacer un montón de dinero al ser cooptados se están sumando a muchas bandas nuevas que no pueden ir a un sello comercial porque ya a nadie le interesa el punk rock en términos monetarios, excepto por las grandes bandas que existen hace años.
T: La moda ha seguido avanzando y el punk se ha vuelto lo que inicialmente apuntó a ser…
D: … el underground, la escena “hazlo tu mismo” en su forma más pura, como debería haber sido desde el principio. Muchas de las bandas no están destinadas a ser escuchadas por más de 200 personas y a separarse en seis meses, pero el avance continua.
J: Uno de los factores que ha evitado un regreso a gran escala a la primera mitad de los 70s es que la gente ha seguido ligada por más tiempo a una red de música independiente y ha invertido más tiempo en mantenerla funcionando.
D: Volviendo a la actitud de rock misógino a la que referías hace un rato, Jello, ¿no crees que muchas bandas punk también tienen esa actitud? Están tocando hardcore thrash, pero hay muchas letras sexistas, llenas de prejuicios, tópicos estúpidos y violencia.
J: En algunos casos se debe a que son personas muy jóvenes que tratan de crear algo. Vienen desde lugares aislados del país donde su principal exposición ha sido a unos cuantos discos en la radio comercial, por lo que el primer impulso que se les viene a la mente es filtrar lo que quieren decir a través de la formula de letras de rock n roll que les ha sido machacada desde siempre.
T: Pero yendo más allá, el sexismo, el nacionalismo, etc. ahora son más comunes en el punk. Son actitudes que hace siete años no habrían sido toleradas por el público.
J: Depende de qué parte del país estemos hablando. Pero creo que es más inquietante el hecho de que hoy está creciendo la barrera de comunicación entre los extremos del punk, entre la “escuela de pensamiento” y “la escuela de la falta de ideas”.
D: No creo que alguna vez haya existido mucha comunicación entre ambas.
J: Creo que al principio había un mayor diálogo aquí de lo que vemos ahora.
T: En Estados Unidos, definitivamente hay una segmentación dentro de la “escena”: death rock, skate punk, peace punk, skinheads, punk 77. Hay una distinción tanto musical como social. El hecho de que sólo 200 personas hayan ido a ver a Subhumans en New York podría ser una indicación de que ustedes aquí fueron colocados en la categoría impopular de “peace punk”. Al comienzo, había gente que se identificaba con un subgrupo u otro, pero…
D: Iban a todos los shows sin importar la clasificación.
J: Debían mantenerse unidos o perdían lo más valioso con lo que contaban. Hoy la gente, especialmente en las escenas más grandes, es más petulante. Odio decirlo, pero todas las facciones son igualmente responsables por la falta de comunicación. Cada una se está refugiando como un cangrejo ermitaño en el sitio que adoptaron y moviéndose sólo dentro de sus propias barreras. Parte de eso se debe a que los límites se han ido estrechando con el paso de los años respecto a lo que deberían significar la música punk y la cultura underground. El propósito de lo que ocurrió en 1977 fue exponer el verdadero rostro de los 70s y enterrarlos de una vez y para siempre. Una vez que se logró eso, ¿hacia dónde debemos ir? Pero creo que los límites son demasiado estrechos hoy… si te gusta el death rock no te puede gustar nada más que las películas de horror y los cráneos y debes evitar todo lo demás. La gente está mucho menos dispuesta a mezclarse los unos con los otros y son mucho más prejuiciosos respecto a las apariencias. Un problema que he tenido con la gente “más política que el resto” es que siempre buscan una cosa en la que discrepamos, aún si estamos de acuerdo con la mayoría de lo que digo o la banda proyecta, y la usan para descartarnos. Si alguna vez queremos organizar algún tipo de movimiento cohesivo en este país para evitar que la gente sea enlistada en el Ejército y vaya a matar gente a Nicaragua, la gente va a tener que decidir qué argumentos son mezquinos y por cuáles vale la pena discutir.
T: Cuando la gente habla acerca de “unidad” dentro de la escena punk, quiero saber que unidad en torno a que tipo de valores.
D: Instantáneamente tienes dos o tres grupos diferentes de valores o de “unidad” presentes al mismo tiempo. Cualquier referencia a una “revolución punk” seria demasiado idealista. Lo mejor que podemos obtener es tolerancia no violenta y tratar de entender los puntos de vista ajenos.
J: Creo que la cooperación es más importante que la unidad. Si todos estuviéramos “unidos y fuertes” y luciéramos exactamente iguales, pensáramos iguales… la vida en el mundo seria tan aburrida que no quisiera estar aquí. No soy un gran fanático de comer en McDonalds, pero no voy a negarme a relacionarme con alguien que tiene las mismas ideas sobre cómo prevenir una guerra en Nicaragua y para encontrar una alternativa a ser gobernados por una dictadura corporativa sólo porque lo vi comiendo en McDonalds. No creo que ninguna escuela de pensamiento debería convertirse en una deprimente excursión religiosa.
Erikkka: Pero dentro del underground, ¿tener el mismo gusto en bandas y en estilo musical es suficiente para proveer ese tipo de cooperación?
J: No, ¿pero qué otra cosa más va a ofrecer un punto de partida?
T: ¿Qué podemos hacer para instar a la gente a superar esos desacuerdos menores o mezquinos en el nombre de un espíritu mayor de cooperación? ¿Qué puede hacer el cantante de una banda para prevenir que el punk se vuelva un cliché…
J: …u otra forma de consumismo…
T: …o una escena cerrada en sí misma y autodestructiva?
D: Musicalmente, la idea sería hacer algo más variado y diverso que tocar un solo estilo sólo porque tus héroes lo hacen… Luego de Discharge surgieron miles de bandas iguales.
J: Otro ejemplo es el momento en el que Birthday Party[9] llegó y sacudió el post punk cuando éste se había vuelto aburrido, pero la gente que se sintió inspirada por ellos, en lugar de tratar de hacer algo igualmente innovador, acabaron imitándolos.
D: Otro punto sería adoptar una actitud más pensada en las letras… eliminando principalmente el sexismo y la violencia. Si no hubieran tantas actitudes violentas, no habría tanta violencia en los shows. Incluso en sutilezas como usar menos improperios.
T: ¿Realmente crees que las letras son la fuente de la violencia, en lugar de que la sociedad se haya vuelto más violenta?
D: Me refiero a la posición que algunos adoptan de “yo estoy en una banda y estoy acá arriba, tú no estás en una banda…” Es una forma de rabia que apunta hacia la audiencia en lugar de hacia los tópicos a los que hacen referencia las letras.
J: Ofrecer un elemento de amistad en lugar de un ritual para espectadores.
D: Decir “deberíamos salir y hacer ésto” en lugar de decir “voy a salir y te haré ésto”.
J: O “voy a salir a hacer esto, por lo que soy mejor que tú”.
D: No es “voy a cambiar el mundo”, sino “vamos a cambiar el mundo”. Poner a la audiencia en las letras.
J: Una cosa que siempre debo recordar, porque reacciono naturalmente como Don Rickles[10] cuando se trata de sarcasmo e insultos, es que es más posible que actué así cuando la gente se comporta como idiotas frente a nosotros, y que debería tratar de usar un humor más sutil para tratar de calmar la situación. Muchas veces el humor tiende a resultar mejor, tal vez no en la persona o el grupo que está causando problemas, sino en la gente impresionable que quizá nunca ha visto antes algo así…
D: Si puedes hacer que un grupo que está al frente haciendo el saludo nazi se vea como algo ridículo en lugar de una amenaza… Si la persona en el escenario puede reírse de ellos en lugar de verse atemorizado. A la gente le gusta seguir a quienes perciben como una amenaza. Al ponerlos en su lugar le demuestras a la audiencia que son una pequeña minoría que actúa de manera estúpida en lugar de un pequeño grupo que forma parte de algo mucho mayor.
J: Creo que es importante que la gente que es activista o artista mantenga un nivel de humanidad sobre sí mismos. Creo que es importante que las bandas políticas mantengan ese nivel de amistad y humanidad en lugar de plantearse de una manera tan autoritaria que podrían empujar a la gente en la dirección contraria. Hemos sido acusados de eso varias veces, algunas veces con razón, y hemos hecho muchos esfuerzos por evitarlo. Creo que gran parte del apoyo con el que cuenta Subhumans viene de que la gente siente que puede hablar con ustedes más que con, digamos, Crass o Conflict o MDC o incluso nosotros, porque se sienten intimidados por alguna razón u otra.
D: Probablemente debido al porcentaje de letras políticas extremadamente serias. Nosotros tenemos menos que esas bandas, nosotros cubrimos ideas políticas desde un nivel personal…
T: El humor es un factor importante. Mucha gente cree que en Maximum Rock n Roll somos gente seria que sólo habla de política, mientras que nosotros nos vemos como unos payasos.
J: Eso es porque no todos pueden venir a ver un episodio de Perry Mason[11] contigo…
D: En un show, la parte más importante es hablar con la gente antes y después de tocar y darles una oportunidad para criticar y preguntar, intercambiar direcciones… manteniendo a la banda al mismo nivel de la audiencia. Cuando yo iba a recitales, las bandas no se mezclaban con el público, repentinamente salían a escena con miles de luces… “estaban arriba”, mental y físicamente. No tenías una afinidad real con ellos. Hay que volver a lo básico. A la gente han tratado de inculcarle la noción de que las personas que están en el escenario son mejores que ellos.
T: Uno de los problemas que tengo con las bandas actuales es que suben al escenario y tocan su lista de temas planeada sin considerar la individualidad de la audiencia o el lugar, y que no varían su “presentación”. Uno de los aspectos que más me agrada del punk, y que he visto poco últimamente, era la espontaneidad caótica basada en una situación, el aprovechar los eventos.
D: Es difícil si has escrito una lista de canciones, organizar que los cuatro miembros de la banda hagan algo distinto de manera instantánea. Debido a que algunas de nuestras canciones son demasiado rápidas para entender el significado de las letras, puedo hablar sobre ellas y explicarlas, mientras el resto de la banda improvisa de fondo, aumentando la tensión. Eso es útil para explicar un concepto. A veces hemos copiado la idea de Alternative TV[12] de comenzar un jam y decir “cualquiera puede decir lo que quiera en el micrófono”. La mayoría de las veces ellos acaban gritando el nombre de su equipo favorito de fútbol o “los punks son lo mejor”.
T: El ejemplo de ATV personifica la noción de democracia espontánea.
D: Si tienes personas interrumpiendo, les das la oportunidad de decir algo constructivo. Si no tienen algo constructivo que decir, puedes mostrar al resto de la audiencia que sólo hay un montón de idiotas al frente. O, si tiene algo que decir, ésto puede darle más esperanza a la gente.
T: Un recital punk debería ser algo más que una presentación. Debería ser comunicación. Cuando salgo de un show quiero poder decir: “¡Guau! Tuve una comunicación inteligente”. Ya sea a través de un contacto físico divertido, o por haber conversado con gente que conocí allí, o al haber recibido literatura, fanzines, flyers…
D: Un recital no debería ser un fin en sí mismo; no debería ser un retiro de la realidad fuera del recinto donde se realiza. Debería ser el inicio de una comunicación adicional camino a casa.
J: Solía haber un elemento de celebración que hacía que la gente quisiera comunicarse. En lo relativo a la presentación en vivo, los vocalistas tienen una mayor responsabilidad en mantener la espontaneidad. Diferentes situaciones arrojan una luz distinta sobre una canción. Sin embargo, es un equilibrio delicado. Yo puedo hablar tanto entre tema y tema que no es diferente de lo que hace un tipo que toca solos de heavy metal por 20 minutos. Es una situación complicada, pero me gustaría que más vocalistas se pusieran en ella para que puedan crecer más como personas y artistas. A veces, como ocurrió en Sacramento anoche, lo que uno dice no tiene repercusión en la audiencia. Eso pasa, pero prefiero arriesgarme en lugar de convertirme en otro artista circense. No creo que tampoco sea un tabú apuntar a temas emocionales. Básicamente, mucho de lo que estamos haciendo es una forma muy mutada de blues y que nos permite gritar a viva voz lo que nos está carcomiendo… en nuestro caso, se trata en buena parte del mundo que nos rodea, lo que vemos que se les hace a nuestros semejantes, y a veces a nosotros mismos…
También es importante que la gente con ideas políticas entienda que nadie va a ser totalmente puro. Todos somos seres humanos, todos tenemos vicios, todos cometemos errores y todos tenemos nuestros caprichos personales.
D: Sin embargo, hay gente que cree que porque estás en una banda, debes ser perfecto… Eso me vuelve loco; sólo porque cantaba un tema llamado “Ashtray Dirt” (basura de cenicero) y ahora fumo cigarrillos, me fastidian constantemente. Si ofrezco como argumento “yo no la escribí”, “pensábamos que era un buen tema”, “ya no lo tocamos ahora”, “no le diría a otra persona que comience a fumar”… si todo eso no parece afectarles, entonces sólo les digo: “Bueno, nadie es perfecto”.
J: Lo que estamos tratando de hacer, incluso con la actividad política, es lograr un balance entre dignidad humana y calidad de vida. Y parte de esa dignidad reside en la posibilidad de actuar como un bicho raro entre inadaptados sin sentir culpa por no ser “normal” o por no alcanzar la suficiente “pureza política”. Nosotros atacamos y denunciamos la cultura consumista, pero hay al menos dos coleccionistas de discos obsesivos en esta habitación. Puedo justificarme diciendo que soy tan paranoico que creo que los 70s van a volver y estoy construyendo un refugio cultural (risas). Muchos me consideran un niño malcriado porque nunca he tenido que ceder demasiado de mi personalidad absurda. Parte de la razón por la que me salgo con la mía al burlarme de la gente es porque entiendo que hay mucho de lo cual burlarse sobre mí.
T: Vaya amigo, ¡eso sí que es cierto!
[1] Bar emblemático de la escena punk en la Costa Este estadounidense.
[2] Segundo disco de Dead Kennedys, editado en 1982.
[3] Banda originaria de Texas, conocida por su fusión de punk, noise y psicodelia.
[4] Segundo disco de Subhumans, editado en 1983.
[5] Banda inglesa caracterizada por su acercamiento poco tradicional en la composición, lo que le hizo acreedora del seudónimo “los Pink Floyd del punk”.
[6] Banda de la nueva ola inglesa de la década de 1960.
[7] Miembro fundador de Pink Floyd.
[8] Banda garage de la década de 1960.
[9] Banda post punk australiana de principios de la década de 1980, liderada por Nick Cave.
[10] Humorista estadounidense, conocido por su humor ácido.
[11] Programa policial de la televisión estadounidense.
[12] Banda de la primera oleada de punk inglés, liderada por Mark Perry (editor del fanzine “Sniffing Glue”).